Capítulo 06
LA VUELTA A NUESTRO VIAJE II – Parte II
- De… ¿de qué estás hablando?
- Será mejor que estés con alguien que pueda darte paz, que pueda hacerte feliz cada día en tu vida… yo, no podré hacerlo…
- ¡DE QUÉ MALDITA SEA HABLAS!, ¿quién dijo que me esperaría y estaría siempre a mi lado? ¿quién dijo que me protegería? ¿quién dijo que no podía alejarme de su lado? ¡QUIÉN DIJO TE AMO PRIMERO!
No pude soportarlo más, golpeaba su pecho mientras lloraba con todas mis fuerzas, grité todo lo que tenía dentro, ¿en qué demonios estás pensando Hagi imbécil?
- No lo entiendes Saya, realmente no lo entiendes – me abrazó con fuerza – sólo deseo tu felicidad, si te quedas aquí olvidaré ese propósito y pensaré más en mí, en lo que yo deseo de ti… en todo lo que quiero qué hagas para mí, mi deseo egoísta nos consumirá… si deseas quedarte conmigo ahora, nunca te dejaré escapar, nunca… por eso…
- Acepto, siempre… hacer lo que tú desees… por que eso es lo que Saya desea…
En ese momento lo comprendí, el tipo de amor que Hagi sentía hacia mí era igual a lo que yo siempre sentí por él, quizá no en el mismo orden pero siempre fue lo mismo. Él tenía miedo de perderme, en tantas ocasiones quise aclararle mis sentimientos pero el parecía indiferente, si al menos me hubiese demostrado sus celos yo hubiese podido… ya no importa, el miedo se acabó, he entregado mi alma y he recibido una a cambio, ahora todo se hace más claro y puedo sonreír de verdad por algo que al fin entiendo como se llama: AMOR.
¡PUUUUUUU!
… pero en ese momento… Hagi y yo empezamos a besarnos, era obvio después de nuestra reconciliación (qué feliz estoy ^^), luego a abrazarnos y luego a la…. ¡NO YA NOOOOO!
- Hagi… más sexo ya no… ¿podría utilizar la cama para dormir esta vez?
- Entonces duerme aquí entre mis brazos…
… realmente este hombre nunca duerme, ¿tampoco se cansa?... con la imagen de su sonrisa, me fui quedando dormida acurrucada entre sus brazos, somnolienta sentí la respiración de Hagi en mi oído y escuché sus susurros diciendo: Saya, has olvidado el desayuno…
Me levanté de sopetón y mi estómago (como de costumbre) habló, no, rugió muy fuerte… Hagi me tomo de la mano y me condujo fuera de la habitación, no podía creer que estuviese tan deslumbrada por él… ¿por qué lo he notado tanto tiempo después de conocerlo, por qué?
Me sentía algo extraña y emocionada, había pasado tan poco tiempo desde que volví a reunirme con Hagi y a pesar de eso ya habían pasado tantas cosas; todo volvía a ser como antes, cuándo él y yo viajábamos solos… no esta vez era mejor.
- Saya, ¿estás segura de que no comerás otra cosa antes de tomar el vuelo?
- Nooooo… ya dije que no, además la comida que dan en el avión es muy buena, ya quiero probarla.
- Ah… ya veo, esa era la razón…
- ¡Hagi!... ¿eh?…
- ¿Qué pasa?
- Sigues viajando con el cello, dime algo, ¿guardas una katana allí dentro también?
- Sí, después de que activaran la opción D, logré escapar con lo poco de fuerza que me quedaba, para recuperarme tuve que beber la sangre de una mujer que había estado cerca del atentado, sólo tomé un poco, lo suficiente para restablecerme de las heridas; increíblemente caí inconsciente y al abrir los ojos, noté que a mi costado estaba tu katana… y la recogí conmigo…
- ¿Por qué?
- Faltaría algo en este viaje si no está, lo recuerdas Saya… viajarías por todo el mundo con una espada, y yo iría contigo…
- ….Hagi…
- Te visité muchas veces mientras dormías, cada primavera dejaba rosas ahí, jeje… pero siempre eran rosadas, nunca por alguna razón ponía tus favoritas…
- Te equivocas, desde que empezaste a llevarme de aquellas, el rosa se convirtió en mi color favorito…
- Saya… ven aquí… déjame darte un beso…
Así que fue así como pasó, que felicidad que Hagi esté vivo, nunca dejaría de agradecer eso, nunca. Después de platicar un rato en la fuente del aeropuerto, tuvimos que abordar, era extraño viajar en un avión así, tan repleto de gente, cuando estábamos en el escudo rojo íbamos por aire, pero siempre éramos pocos en el avión, qué sensación tan emocionante, esta vez no viajaba para liquidar a nadie, viajaba para estar junto a mi amante… jajaja, que gracioso suena.
- Gracias por confiar en nuestra aerolínea, qué tengan un buen viaje.
- Por cierto Hagi, ¿a dónde estamos yendo?
- A Europa.
- Podría ser… ¿Francia, dónde nacimos?
- No, esta vez iremos a otro lugar… iremos a Italia.