Blood + After Story - Capítulo 07

Capítulo 07

LA CHICA DE ROMA

Italia… ya saboreaba todas esas pizzas y lasañas que comería… ¡Pasta!, creo que nunca hemos visitado este lugar, es increíble, un paisaje hermoso, vegetación y bosques, y comida realmente deliciosa. Cuando bajamos del avión, estaba realmente emocionada, Hagi dijo que visitaríamos todos los lugares turísticos de Roma, primero, ¡todos!, y que si era posible, haríamos el amor en cada uno de ellos… rayos, Hagi es tan sexy, no puedo dejar de suspirar por él. SÍ, actualmente ni siquiera recuerdo con facilidad cuantos años tengo y si estoy en la edad de andar así de embobada por alguien, pero esto es tan fuerte y hermoso que planeo disfrutarlo por siempre.

Teníamos el dinero de Hagi para gastarlo, compré ropa mucho más casual y como era italiana, a la moda por supuesto, obligué a Hagi a cambiar de estilo, pero no obtuve mucho cambio, él seguía usando saco y gabardina, pero le añadí una bufanda y unos lentes muy elegantes; realmente era el hombre más sexy del mundo, y no sólo lo pensaba yo, muchas jóvenes se le quedaban viendo y otras personas se le acercaban porque lo conocían como chelista, ¿cuánto de su vida me perdí?... y … ¡qué feliz me hace que todas esas chicas, y algunos chicos, me envidien por mi novio!, jeje aunque de cada un rato me entraban ganas de molestar a Hagi y reírme de él, cosa que no pude resistir, pero a cambio de mis burlas, recibía como recompensa románticos besos y cálidos abrazos.

Era impresionante el tamaño del Coliseo Romano, los asombrosos vestigios culturales del foro romano, las bellas plazas, y el imponente Castillo SanTÀngelo, todo era tan deslumbrante ante mis ojos; cada día terminábamos cansados de todo el turismo que hacíamos, se convirtió en una semana rutinaria de salir y visitar lugares maravillosos, regresar al hotel, descansar y al día siguiente continuar con el trajín. Todas las noches me acostaba después de tomar la sangre del cuello de Hagi, y a la mañana siguiente lo encontraba sentado en la pequeña mesa de la habitación con el desayuno preparado y leyendo el periódico, siete días después la escena era clásica, aun así no me molestaba pero, por alguna razón nuestra intimidad se había detenido desde que llegamos a Roma, una semana de escasez… Hagi seguía seduciéndome como antes, pero ahora ya no terminaba nada de lo que empezaba, y en los últimos dos días había estado un poco más fío que de costumbre.

  • Hagi, ¿pasa algo malo?
  • ¿por qué lo dices Saya?
  • Eh… no, no es por nada realmente…
  • Saya, hoy cenemos algo especial y vayamos a la cama temprano, ¿qué opinas?
  • ¿temprano? y eso porqué…
  • Vaya, veo que no entendiste mi plan Saya… entonces diré… regresemos temprano al hotel para que esta vez no te canses y podamos hacer…
  • YAAAA!!! Ya entendí… – me sonrojé – no seas tan directo…
  • Saya, ¿qué museo toca hoy?
  • ¿eh? – Hagi tomó mi mano entrelazando mis dedos – pues hoy nos toca el Palazzo Massimo, y ya llegamos… vamos rápido Hagi, para terminar temprano todo.

Le saqué la lengua y tiré de su mano con fuerza, llevándolo conmigo al espeluznante museo romano. En la entrada Hagi enroscó su brazo por mi hombro mientras seguía sujetando su mano, todos nos veían como una pareja romántica y con lo apuesto y alto que era él, sobresalíamos mucho más que cualquier pareja local. Ingresamos y esperamos a la recepcionista, que había salido un momento, para que confirmara nuestra reservación.

  • Buon pomeriggio, díganme con que nombre están sus reservaciones.
  • Hola, tengo dos boletos a nombre de Saya Otonashi…
  • Saya… Otonashi Saya, sí aquí está, tengan son dos... para usted y su… ¡eh!
  • Sisnii… tú…
  • Vaya, que sorpresa…
  • Entremos Saya, la cola tiene que avanzar…

¿Por qué Hagi conocía a la recepcionista?, ACASO… ¿él visitó mucho este museo en los últimos años?... no, no creo que sea eso, además parece que a Hagi no le agrada mucho ella, por el tono frío y hostil con el que la reconoció, ella sin embargo se veía un poco alegre de verlo, esa chica Sisnii es bella después de todo, ese cabello castaño y ondeado, además de largo la hace ver muy femenina, creo que empezaré a sentirme un poco celosa si no le pregunto a Hagi por ella, lo haré cuando estemos de regreso en el hotel, no mejor lo haré mañana por la mañana, no permitiré que ella arruine esta noche.

  • El museo estuvo precioso, viste todas esas pinturas y esculturas, asombrosas… seguramente Joel, el primer Joel hubiera muerto por conocerlas o las habrá conocido, tú que crees…
  • Él sabía mucho de eso, no me sorprendería que ya hubiera visto esto antes…
  • Cierto, ¡ah! pero apuesto que nunca comió en ese restaurant en el que cenamos, jajaja.
  • Eso tenlo por seguro… - Hagi sonrió.
  • Mmm… iré a tomar un baño, espérame aquí… - entré al baño y volví a verlo por la puerta – quédate quieto y espérame ahí ¡OK!
  • Jajaja, Saya no me moveré ve a ducharte…
  • Está bien.

Entre al cuarto de baño, me despojé de la ropa y saqué lo más sexy que tuve en mi maleta, no tenía muy buen gusto para la lencería, definitivamente no era lo mío. Bueno, no insistí en el tema y abrí la llave del agua, o estuve a punto de hacerlo, pero desfallecí antes de lograrlo. Entre borrosas imágenes distinguí el rostro de Hagi llamando mi nombre Saya, Saya