"Sé acerca de esas noches, en las qué, sin ninguna razón, no puedes dormir... cuando estás completamente solo, con nada más que tu cigarrillo encendido"

Ewon Jung - Totally Captivated

Blood + After Story - Capítulo 11





Capítulo 11

SOLA


- Siempre te amaré Saya. - ¡Hagiiiiii!.


Un sueño, un recuerdo a la vez, la última ocasión en la que lo vi hace treinta años. Mi mente sentía profunda somnolencia, y mis ojos estaban cansados y cubiertos de espesor púrpura; limpié mi frente con la manga y reconocí que me encontraba a la sombra de un árbol, por el color del cielo, no había pasado ni una hora desde que nos separamos; recordé vagamente como me hice camino entre decenas de quirópteros de los que logré escapar y seguramente a causa del agotamiento me hallaba cobijada y recostada en el imponente nogal.


Solté un profundo suspiro, no podía pensar en nada, mis ojos clavados en el suelo lo único que podían hacer eran derramar cántaros de lágrimas y provocar un silencioso y asfixiante llanto; como un rayo fluorescente y fugaz, un pensamiento ocupó mi cabeza.

- Anastasia… se supone que era Diva, y la secta de Rasputín debió haber desaparecido por completo cuando lo destruimos creyendo que era Sonya; ¿por qué Hagi sabía qué no habían desaparecido aún? Seguramente sucedió en mi más reciente sueño, pero ¿y el Escudo Rojo?, Kai no sabe nada de esto, si me buscaban, ¿cómo no se les ocurrió buscarme en Okinawa?... ahhhh, qué haré, Rusia está demasiado lejos, y quien sabe si encontraré algo allí… Hagi… qué inútil soy sin ti.
 
Aún con la cabeza en la luna, y lo pies más lejos de la tierra como nunca los tuve, me disponía a caminar al borde del sendero, ningún alma pasaba por allí cerca y mi esperanza de ver algún automóvil se convertía en nula a cada paso que daba. El calor me sofocaba, caminé alrededor de cinco horas sin encontrar más que tierra en mis ojos y lodo en mis botas, la ciudad de Toscana era bellísima con Hagi, sin él no tenía sentido permanecer aquí.

- Tengo sed…
- Traje agua mineral, bébela por favor Saya….
- ¡Hagi!

La figura esbelta de siempre apareció a mis espaldas, mas en menos de dos segundos se esfumó como el espejismo que era.

- Si bebes esto no habrá diferencia alguna.
- Eh! ¿Quién eres tú? – contesté con las manos empuñadas en el mango de la katana y tratando de levantarla lo mejor posible en dirección a ella. 

- Jeje, por fin Saya, estás frente a mí, no te preocupes por Hagi, Sisnii lo tratará bien y quizás lo traiga pronto a ti – sonrío deslumbrante.
- No le harás daño, ni a él ni a…
- ¿Ni a ti? Jajajajaja – estalló en carcajadas mientras enrollaba su abdomen con los brazos – en esas condiciones quizás… no, mejor me quedaré callada, veo que estás molesta… a tu caballero no le pasará nada, por alguna extraña razón y suerte, nunca se muere. Ahora no tienes más opción que venir conmigo, no querrás jugar con estos ratones en esas condiciones ¿cierto?


Una horda de quirópteros sitiaron el lugar, nunca había visto tantos reunidos, o quizá el cansancio hiciese que viera el triple de ellos, sin embargo lo que atraía mi atención era aquella mujer parada en frente mío, con el cabello carmesí y la tez nacarada, despreocupada y dando brincos en su propias huellas; que remedio tenía… “debo ir con ella y asesinarla después”.

Blood + After Story - Capítulo 10





Capítulo 10

CORRE



-         Saya… necesito que creas en mí.

Fue lo único que contestó. Nos quedamos en silencio, y una vez recuperado, se puso de pie, acarició mi mejilla, después me abrazó, pero no como siempre lo hacía, esta vez era tierno y cálido pero desesperado a la vez como si la seguridad de protegerme entre sus brazos se hubiese esfumado, y me besó con tanta fuerza y pasión, que sentí como si ese fuese el último beso que me fuera a dar en la vida.

-          No será el último Saya, no lo permitiré.

-          Hagi, qué está pasando, ¿qué hacemos aquí?

Sentía que él no quería decir nada, pero al ver sus ojos, tuve la certeza de que él nunca haría más que cosas estúpidas para protegerme, ¿tanto me amaba?, ¿tanto lo amo yo? Su voz invadió mis pensamientos, un cuento de nosotros en la nieve, una historia de zares, un relato de quirópteros, el recuerdo de Rasputín y...

Sonidos comenzaron a emerger desde el exterior de la casa, sabíamos lo que eran. Pero no era el único sonar, la voz de una mujer resaltaba sobre la horda de monstruos, y lo único que repetía era Hagi!! En tono exaltado, eufórico y a la vez burlesco. Cuando estuve por preguntar quién era, Hagi tomó mi rostro entre las manos y topó su frente contra la mía.

-          Saya, fui un tonto al pensar que podía hacerlo todo a la vez, protegerte y acabar con ellos está fuera de mi alcance, quiero que huyas, usa todo el dinero que tenemos y regresa a Okinawa con Kai, no dejes que nadie te alcancé por favor…

-          ¿De qué hablas? Si tienes que pelear no te dejaré,  Hagi yo…

-          No debí traerte de Okinawa, pero quiero tenerte a mi lado, prometo que cuando acabe esto iré a buscarte de nuevo…

-          ¡MENTIROSO!, pelearé Hagi, pelearé aquí porque yo quiero hacerlo, no importa lo que digas ya te perdí una vez, no quiero sentirme así de nuevo… pelearemos juntos, contra lo que sea como siempre…

-          Saya tú no entiendes, esto es…

Atacaron la casa, Hagi tuvo que sujetarme y salir por el techo para esquivarlos. Eran más de los que esperaba, eran demasiados, esta escena sólo era comparable a Vietnam, pero esta vez Karl no estaba al frente, en su lugar estaba esa mujer llamada Sisnii, fruncí el ceño con fuerza y torné mis pupilas rojas, tenía que matarla, quería hacerlo.

-          ¡Mentiroso! Eres un mentiroso Hagi, porque no dejas que Saya se divierta un poco…

-          No dejaré que le pongan un dedo encima…

-          Jajajajajajaja… basta de eso Hagi, sólo vine aquí a divertirme con ustedes, deja que ella se quede atrás y juguemos los dos un rato, como antes…

-          Saya no la escuches…

-          En serio, aún no le cuentas como nos conocimos… ni lo que pasó después…

-          No hagas caso a nada de lo que dice, me desharé de ella…

-          No, ¡yo lo haré!

Quería asesinarla, despedazarla, hacerla añicos, eran las ansias de matar combinadas con los celos, me lancé hacia ella con la espada empuñada, a pesar de hacerle un par de heridas, ella logró esquivar las demás estocadas de mi filo y lanzarme hacia un grupo de quirópteros, Hagi evitó mi caída apoyando su cuerpo en el piso, y al instante destruyó a todo el séquito de monstruos alrededor, sólo con su mano. Mi furia se había desvanecido, más quirópteros nos rodearon y el me lanzó hacia el cielo mientras mataba, cual fuesen moscas, a los que se acercaban; caí en sus brazos y me reincorporó al piso.

-          ¿A qué has venido Sisnii?

-          He venido por ustedes dos, a Saya no puedo hacerle daño pero tú, sólo eres un juguete, apártate de mi camino…

Ella atacó a Hagi con una onda luminosa parecida a la que usaba Amshel, logramos evadirla lo suficiente como para ponerme a salvo, y otra vez fuimos sitiados, cada vez más se juntaban a nuestro alrededor; en el momento en que recapacité y supe que debía atacar, empuñe el sable con fuerza, sentí que la mano de Hagi terminaba de cerrar la mía contra el mango, entonces en voz calma me dijo:

-          Corre Saya, huye de aquí y haz lo que te dije…

-          Hagi ya…

-          ¡HAZLO AHORA! ¡VETE!

Era la primera vez que veía esa expresión de furia en su rostro, pero decidí por una vez en mi vida hacer lo que él pedía, y corrí por el camino que dibujaba entre los cadáveres, las lágrimas empezaron a acumularse en mis ojos, y salieron disparadas en cada carrera… me alejé de allí mientras escuchaba sus palabras diciendo que corriera, su frase repetitiva se cortaba con los gritos de su opositora, con la que se supuse, empezó a luchar; aun así Hagi no dejó de gritar como si estuviese animándome a vivir todo el tiempo. Me alejé lo suficiente como para detenerme y lo último que escuché fue Te encontraré de nuevo Saya, por ahora sólo corre.

-          ¿Por qué? ¡¡HAGIIIIIIIII!!




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